Café en las regiones

Si alguna vez te lo has preguntado, te daremos la respuesta que te hará recorrer todas las zonas de nuestro país.

Somos vecinos del Ecuador y por eso disfrutamos de muy buena radiación solar todo el año, además de las condiciones topográficas y climáticas que hacen de Colombia un país privilegiado para el cultivo de café. Como si eso fuera poco, se suma el cuidado de nuestros cafeteros que, según la región, le imprimen características de su personalidad a sus cafetales.

Por eso, cuando pidas un café de Nariño recuerda que es una región montañosa con grandes abismos donde el frío obliga al café a madurar lentamente y producir más azucares, lo cual hace que el café tenga una mayor suavidad, aroma pronunciado, cuerpo medio, notas cítricas y exquisita acidez. Todo esto se traduce en un café de altura, la cual es su principal característica.

Los cultivos están prácticamente sobre la línea ecuatorial y reciben durante el día rayos solares de manera perpendicular, lo que crea un manto térmico que se amontona sobre los valles para cubrirlos durante la noche y evitar que se quemen por los extremos fríos.

Por su parte, los cafetales en el Tolima se plantan en pequeñas mesetas, entre bosques cubiertos de neblina donde el calor y la humedad hacen presencia. Cuando tomes tu café en esta región probarás una bebida suave y balanceada con el que se recorre el camino de los dulces desde su aroma hasta el residual que queda en el paladar, como si su fragancia llegara a ti directamente de una molienda.

En una región como el Cauca donde las altas montañas, los suelos volcánicos y los 5 ríos más importantes de Colombia riegan las tierras, se crea el escenario óptimo para producir un café de sensaciones, suave, con acidez, fragancia, aroma fuerte y de notas dulces, como proveniente de una canasta de frutas. En esta región los caficultores indígenas, afrodescendientes y mestizos preparan dos cosechas: la principal entre marzo y junio y la secundaria entre abril y mayo.

Huila

Es la principal región productora de café nacional, así que cuando tomes la bebida insignia de nuestro país en esta región privilegiada, te dejarás tocar por el manto de nubes huilenses que protege de los intensos rayos solares los cafetales que maduran de manera balanceada y dulce, lo que produce también su intenso aroma. Los productores le han apostado a la calidad, siendo los líderes de cultivos especiales; así lo ratifican al ser ganadores cinco veces de las 12 versiones del concurso “La Taza de la excelencia”.

En Huila

Tierra de valles, montañas, clima templado y origen de los íconos del café colombiano Juan Valdez y Conchita, representantes de los caficultores y arrieros natos, se toma un café que expresa con claridad un aroma intenso afrutado y herbal, donde la gente le agrega a cada taza su amabilidad, hospitalidad y dedicación.

Ahora ¿sabías que cuando tomas café de Santander, estás probando nuestro origen cafetero?

Así es, el café llegó a Colombia por los Santanderes. Esta joya nacional crece a la sombra de bosques nativos que lo protegen de altas temperaturas dando como resultado un café balanceado, de aroma y fragancia pronunciados, con notas herbales y recogido por cafeteros de raíces laboriosas y sinceras.

¿Y cómo no hablar de nuestro paisaje cultural cafetero? En el Eje se le rinde homenaje a la cultura de los departamentos de Valle, Caldas, Quindío y Risaralda que nos brindan un café fuerte y de carácter, con aroma pronunciado, acidez y cuerpo medio que rinde un homenaje al paisaje cultural cafetero, orgulloso patrimonio de la humanidad.

A los pies de la montaña más alta del mundo junto al mar, culturas indígenas entregadas a la madre tierra cultivan el café

Sierra Nevada

De fuerza e intensidad que sus caficultores protegen de manera especial, pues le imprimen sus creencias con rituales espirituales para que la madre tierra proporcione este café con notas de avellana y residual achocolatado; único fertilizado con energía positiva.
Es bien sabido que el carácter, perseverancia y pujanza de los salseros, indígenas y una gran población afrodescendiente proviene del encanto del Valle, un paisaje que está entre las cordilleras occidental y central por donde pasa el Río Cauca y donde puedes disfrutar de una taza recogida por hombres y mujeres comprometidos con el cultivo y la producción de un café fuerte, con carácter que se combina con dulces y sutiles notas matizadas de verde silvestre y aroma pronunciado.
Hoy en cada ciudad donde hay una tienda Juan Valdez® se vende el café de origen de su región como fuente primordial, para que sean los mismos habitantes quienes se adueñen de su producto, lo incorporen a su día a día y los visitantes tengan la oportunidad de disfrutar esas maravillas regionales y culturales desde la raíz, con el fin de obtener y destacar sus atributos o notas de sabor.
Entonces, después de leer esto, ¿no te provoca un café? te invitamos a que pruebes, compares y encuentres tu favorito.